Triángulo punzante quita aliento, husmeas mi espacio amenazando, te acomodas en el cuello haciéndote guillotina, esperas que me desvanezca y te mueves hacia los brazos paralizante.
Escapo y veloz te haces flecha justo en medio de mi pecho, observas directo, apuntas e inyectas preciso. La línea envenenada comienza el recorrido mientras me auscultas los latidos.
Reduzco el ciclo de las bocanadas para quitarte el oxígeno y dificultar tu investigación. Te multiplicas en esferas, burbujas que se confunden con mi sangre, invadiéndome.
Trato de calcular la geometría de mi alma y sospecho de ese orden. Me pierdo en las arterias intoxicadas.
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