jueves, diciembre 10, 2009

LOBSTER KILLERS


De vez en cuando me gusta detener el tiempo. La última vez que lo hice iba en un auto humeante con mi amiga Sofía. Avanzábamos atrasadas y el incendio incipiente no nos dejaba seguir.

La preocupación se desvaneció cuando empezó a sonar una hilarante canción surfista que apareció como el telón de fondo perfecto para la escena.

Los vecinos de carretera comenzaron a hacernos señas, mirando sorprendidos nuestras carcajadas por la comedia trágica de un auto enorme con pasado distinguido y la inexperticia mecánica de sus ocupantes.

Días después le conté la historia a unos magos que la pusieron en escena justo frente a mis ojos con pañuelos rojos. Mi conjuro se hizo realidad, había congelado el tiempo.

1 comentario:

  1. jajaja linda amiga

    ¡y nos esperan muchas aventuras más!
    ya vas a ver
    nunca dejaremos de soñar

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