lunes, mayo 30, 2011

REQUIEM DE BARRO

Me salí del carro al anden de la estación y me quede con mi trocito de felicidad en la mano,avergonzada de atesorar tamaña pequeñez frente a la inmensidad de tu parcela. Justo antes que llamaras caminaba feliz con mi tristeza, mía y real, esa mañana llena de bocinas y empujones.

Pero los sueños son sueños y el papel, papel. Tome una espada filuda e intenté sacar la bala de mi pecho, haciendo que mi forado se agrandara todavía mas. Camine con mi hueco todo el día buscando un pecho nuevo. Como no lo encontré lo rellené con barro, pero me intoxiqué y vomité.

Me quedé parada mirando el suelo pensando como organizar ese rompecabezas de desechos mustios, sin poder juntarlos. Los demonios del suelo cobraron vida y se burlaron de mi, convirtiéndose en sátiros de colores brillantes y sonrisas perversas.

Con los tenores mas profundos del universo de fondo, bajo un telón con el negro mas negro, se cerró la escena de este réquiem.

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