De vez en cuando me gusta detener el tiempo. La última vez que lo hice iba en un auto humeante con mi amiga Sofía. Avanzábamos atrasadas y el incendio incipiente no nos dejaba seguir.
La preocupación se desvaneció cuando empezó a sonar una hilarante canción surfista que apareció como el telón de fondo perfecto para la escena.
Los vecinos de carretera comenzaron a hacernos señas, mirando sorprendidos nuestras carcajadas por la comedia trágica de un auto enorme con pasado distinguido y la inexperticia mecánica de sus ocupantes.
Días después le conté la historia a unos magos que la pusieron en escena justo frente a mis ojos con pañuelos rojos. Mi conjuro se hizo realidad, había congelado el tiempo.
jueves, diciembre 10, 2009
lunes, noviembre 02, 2009
sábado, septiembre 12, 2009
EL MONSTRUO DEL LAGO
Era la primera vez que pasaban un fin de semana juntos. Habían estado toda la mañana buscando donde quedarse en una camioneta maltrecha. Él quería impresionarla con una cabaña con vista al lago y encontraron una inmensa con doce camas.
Habían dormido poco el día anterior, madrugando mientras conversaban y tomaban cerveza en el muelle de los vecinos, de manera que decidieron recostarse un rato antes del almuerzo.
Tras la siesta prepararon un asado en la terraza de la casa para dos con hospedaje para doce. Rieron y comieron hasta que comenzaron a discutir y ella caminó enfurecida hasta la orilla del lago.
Sin darse cuenta se ubicó justo en el borde del muelle y tropezó hasta sumergirse en las lechugas acuáticas. A lo lejos observaba que él se acercaba corriendo tras observar la escena. No pudo aguantar las carcajadas.
En cosa de segundos unos brazos fuertes la rescataban de su breve ahogo. Un año y medio después hubiese deseado que la dejara sumergirse entre los motores oleosos y sus combustibles contaminantes.
Habían dormido poco el día anterior, madrugando mientras conversaban y tomaban cerveza en el muelle de los vecinos, de manera que decidieron recostarse un rato antes del almuerzo.
Tras la siesta prepararon un asado en la terraza de la casa para dos con hospedaje para doce. Rieron y comieron hasta que comenzaron a discutir y ella caminó enfurecida hasta la orilla del lago.
Sin darse cuenta se ubicó justo en el borde del muelle y tropezó hasta sumergirse en las lechugas acuáticas. A lo lejos observaba que él se acercaba corriendo tras observar la escena. No pudo aguantar las carcajadas.
En cosa de segundos unos brazos fuertes la rescataban de su breve ahogo. Un año y medio después hubiese deseado que la dejara sumergirse entre los motores oleosos y sus combustibles contaminantes.
sábado, agosto 22, 2009
LA MEDIAPISTA
Cuando tenía diez años soñaba con tener una bicicleta. Quería una mediapista de ruedas delgadas y femeninas para salir a pasear en ella, junto a su perro favorito por las calles de los vecinos de atrás. Un recorrido por la parte más alejada del barrio era algo que la haría sentir grande.
Su padre no estaba de acuerdo. Pensaba que las ruedas de una mountain bike se pegarían al piso con mayor solidez, dificultando pinchazos y accidentes. El volante de este modelo protegería su espalda del encorvamiento y regularía la velocidad. Mucho más segura.
La bicicleta no llegaría a menos que aceptara la oferta resistente. Ella se negó y esperó tres navidades. Mientras tanto hacía de peatón. Jugaba en el árbol de la esquina, lanzaba bombitas en las guerras de agua y miraba al chico de sus sueños por la ventana de su pieza, ese que le había dado un beso en la fiesta, poniéndola tan nerviosa que tuvo que arrancar al baño a deshacerse del sonrojo.
Hasta que una tarde encontró una mediapista azul en el patio de su vecina. Sin pensarlo se subió a ella y soltó al pastor alemán de la casa amiga. En cuestión de minutos pedaleaba fuerte, con el viento desordenándole el pelo y rasguñándole suavemente la cara. Miró el perro que corría a su lado, acompañándola, soltó los brazos del manubrio y los levantó mientras recorría la cuadra a gran velocidad.
miércoles, agosto 12, 2009
DEMASIADO DE MI
El deseo único. La traición temible. La ética inmensurable. La libertad odiosa de la definición insoportable. El poder detestable y el delicioso vino reserva.
Tres amigos comen papas horneadas. Los niños duermen mientras los vecinos se sacan los zapatos y el ascensor cruje.
Luna menguante, cielo moreno, bocinas lejanas, mallas en la terraza. Transparentes.
¿Te acuerdas de Camilo? La historia completa, digo. Sus amigos conocen los detalles. La acompañaron cuando quería salir y estando fuera deseaba volver.
Fueron juntos a reuniones, proyectaron una empresa, se quieren, confían. Temen juntos y se protegen, a veces, quizás más cerca se traicionarían. Se seguirían queriendo.
Concluyen que con un poco de dolor de estómago y de cabeza, intercalando claro, pueden soportarlo. A veces, casi siempre.
Pégate en el dedo para que se te olvide. Se cae Internet y se alegra. Puede editar.
viernes, julio 31, 2009
EL CHUBI AMARILLO
Estaba en el pasto, fuera de la biblioteca, en el fondo rozando la tierra húmeda. Las hormigas comenzaron a rodearlo. En filas organizadas humedecían el bocado de a poco. La tarea más ardua finalizaba cuando la cobertura se desvanecía y aparecía el cacao mezclándose con el color de la tierra. Los trabajosos insectos se echaban sobre la espalda el trofeo cremoso, dividiendo la carga.
Centímetros a la derecha una araña carnosa se desangraba. Un nuevo escuadrón se acercó.
Centímetros a la derecha una araña carnosa se desangraba. Un nuevo escuadrón se acercó.
INSTRUCCIONES

No sé si está dentro o fuera. Viene a ratos en los lugares más inesperados y sin objeto. Está latente, profundo e imperceptible.
Tienes que adivinar. Verme y saberlo todo. Rondar, desafiar suave, soportar mis dudas, mirar penetrante y saber que los peces vuelan.
Cuando vienes siempre hay algo urgente. Esa urgencia es tu competencia. Llama mi atención, no me desconcentres. Quédate hasta que haya un espacio y tómalo. Espérame. Y no me dejes ir.
miércoles, julio 29, 2009
EL BAÚL

El primer sueldo de su padre en escudos. Una tarjeta de hotel en Buenos Aires. Una credencial libre para un concierto. El ticket de una obra de teatro infantil que no terminó de ver y el del espectáculo flamenco que vio en primera fila, sin acompañante.
Un propósito de año nuevo que le anunciaba una oferta de matrimonio en un año turbulento. La tarjeta de su madre a una hija adolescente que se convertía en gran mujer.
Se preguntó si estaría satisfecha con el resultado.
martes, julio 28, 2009
CÍRCULO POLAR

Exhalaba el humo justo frente a su mirada para congelar el encuentro. Las sombras de sus ojos los espaciaban. De todas formas le pidió que la besara.
Se acercó ambiguo desde que se despidieron. Se escondió. Quería que la encontrara. Propuso el vacío total más allá de la nada ¿Odias amarme?
Volvió a acercarse. Es un fantasma. No sabe si terminó de desahogarse. Observa sus pasos. No debería soportar tanto tiempo lejos de ella. Él prueba sus huellas.
Le incomoda el misterio seductor y la agresión victimizada. La ata, sin verlo hace meses ni oirlo hace días. Sin nunca haberlo mirado a los ojos, ni haberse buscado en su mirada.
Mira oculta. Busca siempre. Lo retiene y no se entera. Le dice que se vaya y lo busca y lo sueña y lo inventa. Quizás era los ojos que necesitaba. El busca, desaparece y la culpa. Odiaría que no la amara. Quien los entiende.
lunes, julio 27, 2009
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