domingo, enero 13, 2013

DEDOS





Comenzamos a mover los dedos de las manos en distintas direcciones, poniendo tal empeño, que tiritaban uno a uno cada vez que se recogían a la palma dando espacio y protagonismo al siguiente.


Este movimiento reflejado en el espejo me pareció una muestra clara del recuerdo que estaba construyendo. Veía al mismo tiempo el presente y el pasado desde el futuro en la tensión entrecortada que marcaba el ritmo de ese instante, segundo a segundo. 


Observaba como resonaría más adelante este momento, sin saber si permanecerían los olores del verano, la música de fondo y los rostros que me acompañaban. Desconocía si recordaría todo lo que rodeaba a ese instante muscular que se archivaba representándome crudamente la existencia imparable del tiempo.

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